24.4.14

Discurso Cámara de Comercio 23/04/2014

Tuve el honor de dar un discurso en la Cámara de Comercio, frente a diputados de la altura de María Corina Machado, Freddy Marcano, Liz María Márquez, también estaba presente el Padre Palmar, entre otras personalidades de Maracaibo. 

Pero mi verbo no va dirigido a María Corina, al Padre Palmar o a mis papás. Esto va dirigido a ustedes guerreros, que en un país donde el GAS "es la PAZ", la indiferencia duele mucho más que las balas. Pero muchachos, esta es una batalla que nos toca ganarla a NOSOTROS, ya nos pasaron la batuta. No podemos dejarnos oprimir, somos más inteligentes que ellos, y cada día nos dan más la razón.

Mis respetos a los caídos, asesinados por el régimen, por esta tiranía, y a quienes han sido apresados, torturados, vejados, NO ESTÁN SOLOS, luchamos también por USTEDES , son unos HÉROES, unos VALIENTES, los admiro infinitamente.

La pelea es PELEANDO, si nos rendimos, todo habrá sido en vano, por eso tenemos que LUCHAR HASTA VENCER.


Y A USTEDES, INFINITAS GRACIAS. 

Aquí mis palabras:




Día 1: Bassil Da Costa, Juan Montoya, Robert Redman.

Día 6: José Méndez.

Día 8: Génesis Carmona.

Día 11: Geraldine Moreno

Día 12: Alejandro Márquez.

Día 27: Daniel Tinoco

Día 39: Adriana Urquiola y el futuro en su vientre.

Día 46: Roberto Annese

Ellos no son nuestros muertos, porque los que mueren por Venezuela no pueden llamarse muertos. Ellos son nuestros valientes, nuestros héroes.

También lo son aquellos que día a día defienden nuestra libertad, protestando pacíficamente, marchando, volanteando, pintando murales, organizando casas por casas, realizando trincheras por la libertad, y que sin haberse graduado, tienen el peso del país sobre sus hombros. Jóvenes que defienden a Venezuela las 25 horas del día, que prefirieron perder un semestre a sacrificar nuestro futuro. Héroes que intentan levantar la voz de un pueblo que no sabe cómo gritar para expresar todas sus frustraciones, todo su cansancio.

Los que se levantan y hablan por aquel que ya no puede. Por los Faddoul, por Karen, por Mónica. Aquellos que hoy siguen de pie con nosotros después de haber sido agredidos, vejados y humillados brutalmente por unos parásitos de huesos y polvo, por unos gatos oliva, aún cuando pretendan lavarse las manos en Cadena Nacional, porque su cinismo también es galáctico, eterno y supremo.

Héroes también los que todos los días hacen que rinda el salario mínimo con 57% de inflación, 55% de escasez, horas y horas de cola. Héroes son aquellos venezolanos trabajadores, que todos los días salen a ganarse el pan para su familia, que verdaderamente creen en un cambio positivo donde todos quepamos, incluso aquellos que piensan distinto a nosotros, pero que quieren lo mejor para el país. “Son más las cosas que nos unen que las que nos separan”, decía Ivana Simonovis, en una de las cartas que escribió pidiendo clemencia por su padre.

Y en estos días pensaba si en verdad vale la pena este insomnio, este cansancio, este nivel de desilusión de ya ni tirarse al piso con el rugir de las balas. Y lo veo en sus rostros día a día, en los rostros de los jóvenes que hoy están presentes. Yo también lo he sentido. Sentir a veces que estamos solos, que esto es un callejón sin salida, que el futuro no existe, y el sueño de comprarnos una casa, tener una familia, se desvanece. Duele ver el silencio de nuestro pueblo, un silencio cómodo y cómplice, como si aprobaran que estar oprimidos, es bueno. "Y también me asusto porque no importa quién esté montado en la silla de Miraflores. Si no cambiamos, el país tampoco".

Pero luego recordé que Venezuela es mi primer y mi más grande amor. Nací enamorada de mi país, me crié entre sus playas orientales, y el calor del occidente. Y cada vez que ganamos un partido, una corona, un grammy, sé que todos sentimos ese triunfo como nuestro, como propio. Este es el país que vió nacer a mis abuelitos, que vió a mis papás graduarse de la Gran Universidad del Zulia, y es la misma Venezuela que nos está pidiendo hoy que luchemos por ella, que no nos cansemos, que la rescatemos. Porque todos aquí queremos una Venezuela libre, donde consigamos un empleo digno cuando nos graduemos. Una Venezuela segura, donde disentir no sea un crimen, donde nuestras familias puedan crecer, sin miedo a quedar incompletas. Una Venezuela democrática, donde la amistad vaya primero que la ideología, y la diversidad reine en paz. En fin, una Venezuela donde Bassil, Robert, Karen, Brito, Génesis, los Faddoul, y Roberto sigan con nosotros.

Estamos en el día 71 de protesta. La crisis se seguirá agravando. Cada vez tenemos más motivos para seguir luchando. Necesario es vencer, porque ni somos seis millones, ni seran seis años. Recordando a Tío Simón: cuando la represión llega así de esta manera, UNO NO SE DA LA VUELTA. SEGUIREMOS LUCHANDO POR NUESTROS IDEALES, PACÍFICAMENTE, amparados en la constitución. Porque esta tendencia es irreversible, seguiremos en la calle, seguiremos con Palaima, seguiremos con El Cují, seguiremos con las Torres del Saladillo, en la Plaza de la República, en la Rotary, con nuestros héroes venezolanos.

Viva VENEZUELA



Mariangelina Socorro Patiño
23 de Abril de 2014
Cámara de Comercio, Maracaibo.

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