27.8.12

Galáxico




Me encanta tu sonrisa, la piel en la que habitas.
Cada vello, cada poro de tu ser.

La forma en que tus manos se van reencontrando en mi espalda,
cada vez que me abrazas, cada vez que me callas.

O cuando tus dedos van subiendo por mis muslos,
y tus labios van explorando mis comisuras, mis inquietudes.

Me encantan tus suspiros, como de "ahhh, está loca",

Y te admiro, por cada silencio que guardas cuando armo mis berrinches,
cuando me absorvo en mis problemas olvidando que algo más existe,
que tú también te pones triste.

Amo tu piel rociada de rayitos de sol,
como si llovieran sobre tí partículas de ternura cada mañana,
como si de verdad esa luz te buscara.

Y esos labios parapeteados cuando te cuajas de la risa por mis malcriadeses,
y tu cara de miedo o pena cuando te obligo a conocer a mis padres...
Cuando te prometo no quererte más, y aunque sospeches la mentira,
no me lo dirás jamás.

Tus ojos y tu calma cuando duermes, la nueva maravilla del mundo.
Cuando entro en la cama y me acurruco en tu tranquilidad,
Promientiéndome que nunca de este lugar te irás.

O tus enfados descabellados cuando te hartas de mí y me regañas,
cuando ya no me soportas y te alarmas.

Y te ríes cuando lloro, supongo que por nerviosísmo,
Pero limpias mis lágrimas y sé que te duele,
Tu mirada me lo indica, que te entrieteces,
Y que si haces las cosas mal, vas y lo arreglas todo,
Sin quejarte, sin pelear, solo vas y me quieres más.

Admiro tu suspicacia, tu pericia y perspicacia.
Y que tu solo pasas, no haces ruido, no molestas,
como si fluyeras con el destino, como si todo en la vida tuviera al fin algún sentido.

Cuando te ríes, es como si el mundo flotara conmigo,
Como si estuviera viajando por la galaxia contigo.
Los colores son más brillantes, y nada de verdad importa mucho,
Eres tú y alegras mi ser, mi existir, no hay nadie en el mundo,
Sólo tú para mí.

Y voy sintiendo las mariposas en mis entrañas,
como cuando actué para tí como una extraña.
Cuando fuiste vocalista de la banda,
que yo cambiaba de nombre,
que tu quitabas la mirada.

Y todo tú, tus pequeñas mañas.
Un poco de whisky por la mañana,
Que si despegar de este mundo porque ya basta, y chao,
Pero no chao conmigo porque me quieres un poquito,
Pero chao con todos porque vas y vuelas alto.

Que te enamoras de lo que lees aunque sabes que no funciona,
Y aunque sabes que eres extremista, según yquemarxista,
vas y me das un beso,
porque te quiero.

Prometiste cuidarme, y lo has hecho,
Y sé que a veces no soy lo suficientemente atenta, pero lo intento.

Al principio tenía miedo, sí.
Justo de que esto pasara.
Pero cada día me importa menos, porque tú me gustas más.
Y que no puedo creer que estás aquí por fin, después de tanto esperar.

Estuviste a mi lado todo este tiempo, y lo siento,
lo siento por tardarme tanto en verlo,
pero al fin te tengo, y pronto ya todo estará,
ya lo verás.

2.8.12

goose

Salí corriendo como una ráfaga de viento, con la copa rota en las manos, y el libro en el cargamento.

Ya no tenía miedo, sabía de antemano que ahí acababa todo, lo había decidido en mi mente hace mucho tiempo, sólo que nadie estaba preparado, y no había luz en toda la zona. Con los pies todavía descalzos podía sentir las ramitas mojadas con la tierra húmeda, sentía piedritas, hojitas y cosas raras, pero no quería voltear hacia atrás, porque eso significaba regresar de nuevo al pasado.

Todo comenzó porque yo no tenía mi carro, pero quería ir mucho a este concierto, y resultó que todo se dió como esperaban, terminé con un montón de personas increíbles. Pero eso fue sólo la primera vez, porque todas las demás fueron una después de otra, sin parar, ya yo no sabía qué esperar.

Y poco a poco entendí lo que era todo, y entendí cuál era mi lugar finalmente, todo se fue desarrollando como siempre lo esperaba. El cielo, el ave, la playa. El casino, el puente, el vodka. Varios días, hasta que ¡CRAC! todo se desmoronó, hablé claro, pero nada funcionó.

Caí por siempre en el olvido, y decidí perderme por unos días.

Fue la mejor decisión que pude haber tomado, me sentí como nueva, y desde ese momento supe que no podía haber vuelta atrás, que ya era hora de crecer y avanzar. Me olvidé de todo y me tragué mi orgullo, me tragué las lágrimas y el cianuro.

Pero me agarraron muy temprano, y decidí terminar yo el libro, así que le robé lo que más preciaba, y ahora viene a buscar al niño.