10.12.12

y mis manos te encontraban aún en la ausencia

...Pero nunca había sentido tanta tristeza, incluso cuando te acababas de ir.

He dejado un poco de mí en todos mis hombres, incluso en los desconocidos. Tengo la esperanza de que algún día, si me recuerdan, me recordaran bonito, con una sonrisa, con un suspiro. Al menos yo a todos los recuerdo, aunque me duelen profundamente, a cada uno los recuerdo.

Y todavía espero pacientemente mi utopía disparatada de amor, de las flores inundando el pasillo, los cuartos, la sala. Espero aún la serenata en mi ventana, la carta del amor prófugo de un desconocido, que alguien pierda un vuelo para poder quedarse conmigo. Quiero volver a sentir el fuego por dentro de cuando los conocí a cada uno de ellos, de esconder mi mirada porque qué pena, o de quedarme alelada observando sus labios cuando hablaban, perdiendo la razón del tiempo y el espacio, perdiendo mi corazón a retazos.

Me volteo tan sólo un poco, y están todos mis hombres, con sus mujeres, tan felices, tan sonrientes, tan completamente enamorados y atontados, siendo lo que nunca fueron conmigo, atentos, contentos, queridos.

Todas las noches me pregunto si esto será mi culpa, si nunca seré lo suficiente, si nunca seré capaz, si me quedaré encerrada en una vida que no quiero que sea la mía, que no quiero tener jamás. Me duele la vida entera pensar que quizás esto nunca ocurra, que quizás nunca me quieran como ellos las quieren, que nunca tendré quien me lleve el desayuno a la cama por sorpresa, que quizás nunca me regalarán flores sin motivo.

Que puede que nunca sea lo suficiente, no importa lo que haga, no seré opción, y ántes que ser conformista, sé que sola estaré mucho mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario