3.11.11

de los siglos del pasado, aplicado a la vida diaria.

Para Enrique VIII, por ser el ilustrador y la musa inspiradora de mis delirios desde el principio, y ser, sin duda, el creador de los conflictos.
Para Sir Thomas Wyatt, quién forma parte de todos nosotros, en algún momento de nuestras vidas.
Para Alberto Knox, que Sofía sí está presente, e intenta ver algo más que las sombras reflejadas en la caverna.


¿Cómo puedo yo quitarle la ilusión a alguien... después de saber, por carne propia, la impotencia que se siente cuando te la arrebatan sin compasión?... Simplemente no puedo. Conocer el dolor y sufrimiento de que te separen de lo que más quieres en el mundo, y saber que quien te lo quitó, no le importa un comino y lo hizo sólo por diversión... no sólo es inhumano, sino degradante, es... absurdo.

Entiendo tu dolor, Princesa, entiendo todo lo que pasa por tu cabeza, ya pasé por ahí. Entiendo tus miedos, entiendo que quieres defender tus fronteras, con todas las armas que puedas, así sean pocas, y que, así ya estés destruída por la guerra, que ya no te quede nada por usar, nada por perder... igual estés dispuesta a arriesgarlo todo para salvar el honor que mantienes intacto.

Yo sé lo que es confiar en alguien, y que en un segundo ésa persona lo lance todo al mar, al vacío... y que no le importen las repercusiones, ni las malas decisiones.

Por eso tienes que saber que hace mucho tiempo atrás, desde el principio, decidí olvidar, decidí escapar de éste destino, que quizás (y ahora creo firmemente que estaba consagrado a ser así) se convirtiése en inevitable, por mucho. Pero éstas malas decisiones, los malos augurios, la verdad, siempre tienden a perseguirnos y acorralarnos, y por todos esos errores, de los que estabamos concientes cuando los cometimos, tenemos al mundo en nuestra contra, no tenemos escapatoria, y perdieron la fé en nosotras.

...Sé lo que es perderlo todo, y que incluso en la miseria, estemos dispuestas a lo que sea, ése hilito de esperanza que te impulsa a intentar recuperar la vida y ésa historia que alguna vez escribiste ántes de dormir, donde te ves en esplendor, y tienes todo por lo que has peleado, todo lo que has deseado. Yo lo entiendo, lo viví hasta cierto momento, pero luego de tantos golpes, de tantas decepciones y desilusiones, decidí olvidarme de mi historia perfecta, de mi futuro feliz, y ahora siempre ántes de dormir sólo pienso en el día a día, en el dolor que llevo por dentro, conmigo, sin importar a donde vaya, o lo que haga. De la falta que me hacen los amigos que he perdido, que se ha llevado la vida. De los errores que debo dejar de cometer, e incurrir. De todo el peso que tengo encima luego de sobrevivir la semana, el día, las horas...

Yo sé lo que es luchar cada segundo por tu destino perfecto, hasta el punto de perder la cordura y lucidez, la poca que queda después de tantas derrotas. Entiendo perfectamente como, después de todo lo vivido, no quieras creer en nada, en nadie, en mí. Sé que empleaste toda la fuerza de tu cuerpo, todo el amor que sentías por dentro, abrir tus puertas como nunca ántes, lo sé, y luego como todo se va desmoronando ante tus ojos, perdiendo así la coherencia, la consistencia.

Entonces, ¿cómo puedo yo quitarte tu juguete más querido?, ¿tu sueño más ahnelado?, supongo que todavía eso está por definirse, sé que es políticamente incorrecto, pero ¿cuándo en el mundo (por Amor) se ha hecho lo correcto? ¿cuándo la sensatez se ha hecho partícipe en los asuntos de la vida y la muerte?. Supongo que ya perdí la poca cordura que tenía, pero pronto te veré a tí en las mismas, Reina de Reinas. Todo esto quedará en un veremos, pero no te preocupes, que sigo aquí para tí, para amarte y para atormentarte, en la locura y en la miseria.

Dejémosle todo a la ausencia y a los demonios que forman parte de ella.

Mis mejores deseos, Catalina.
- Anna Bolena.

3 comentarios:

  1. Hola merlina,

    Nuevamente paso por aquí para dejarte mis pensamientos acerca de lo que escribiste, recordando siempre que los tapujos y los prejuicios los perdí luego de escribir “Hola”.

    Esta carta ha sido un poco difícil de digerir, no me queda claro el tema de la carta como tal; si algún día esta carta la publicaran y alguien me preguntara ¿Qué crees que merlina quiso plasmar en la carta? Respondería así:


    Es una carta que expresa muchas cosas. Quizás lo deje hasta ahí, pues de por si la carta como tal, se presta para eso eso.

    Esa sería la versión barata y corta de mi respuesta. La que utilizaría como escape para evitar equivocarme.


    La otra versión, que posiblemente me guardaría para mí, digo:

    --

    Merlina está personificando a Anna bolina, y quizás, esta sea la única parte obvia de la carta; como tal - el hecho de personificar - me hace pensar que Merlina esta o ha estado viviendo momentos difíciles, tan difíciles que la llevan a escribir no en primera persona sino proyectando sus angustias en un personaje de seiscientos años atrás: Anna Bolina, que lo único que queda de ella es su historia controversial y nada más.

    La historia de Anna bolina es muy particular, se podría decir que Anna era una mujer adelantada para su época. Supero la inconveniencia de no ser “hermosa” según los cánones del momento y se casó con un Rey - el más grande de la historia de Inglaterra - que luego enfureció al no poder darle un hijo varón y fue condenada y decapitada bajo las acusaciones de adulterio, incesto y traición; como si la mano detrás de las líneas de su destino se hubiera inspirado en una obra romántica y trágica escrita por Shakespeare.

    Pero eso es solo una parte de lo que trata de plasmar Merlina. Ella entiende y por ello conoce, asumo que por experiencia, la desesperanza; conoce en carne propia que es caer en el abismo, en esta carta se ve un intento de aislamiento psicológico, a la hora de personificar se aísla de sus malos ratos, tratando de zafarse de la maldición que es la desesperanza y sus desgracias. El vivir el día a día como si los días no fueran días sino más bien como un recuerdo que la mira mientras sonríe y le comenta la tortura que es vivir la vida sin ilusión.

    La carta, todavía da para más, cuenta sobre los intentos de vivir con la maldición de la desesperanza, pero siempre parece conseguir la pared de la imposibilidad. Termina emocionalmente peor que como empezó: Sin razones ni motivos; que el tiempo decida y ya veremos...

    --

    No me sorprendería que mi interpretación ha sido no más que un fraude que me hago a mí mismo. Que me digo que entendí pero muy posiblemente no entendí nada.

    Como siempre te ánimo para que ¡sigas escribiendo!

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  2. Creo que de todas las personas, eres una de las que ha captado mejor mi mensaje, sin embargo existen pequeñas travesuras que intenté escribir que no aspiro que todo el mundo las entienda, como por ejemplo mi dedicatoria a Sir Thomas Wyatt.

    Sin embargo creo que captaste perfectamente la idea general del asunto.

    Hay otra cosa, que no sé si te diste cuenta, un pequeño saludo de mi parte para tí, estaba casi segura, o al menos buscaba con ánsias, que comentaras ésta entrada, ¿creo que sí capté tu atención?.

    En fin, si algún día se llega a dar la oportunidad, te explicaré mejor mis intenciones con respecto a ésto.

    Salud !

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  3. y tengo ganas, dentro de un tiempo, de escribir la segunda parte de ésta carta, quizás la respuesta de Catalina, quizás la percepción de Wyatt, o incluso la segunda parte de la historia de parte de Anna. ya veremos...

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